Algunos animales en el mundo maya tenían un valor y significado animista, también eran considerados wayob, nahuales, espíritus encarnados en sacerdotes o chamanes, los vemos plasmados en vestimentas y representaciones de gobernantes pero también en los huipiles ceremoniales que hoy día todavía están vivos.
Estos animales además tienen la posibilidad de vivir en diferentes niveles del espacio físico de nuestra realidad.
El cormorán, bucea, nada en la superficie y vuela.
El murciélago, vive bajo las cuevas, se sujeta de cabeza agarrado de la tierra y vuela por las noches.
El sapo, se entierra, también puede sumergirse en el agua, salta, pero además puede alcanzar los cielos, con su canto, y con él, llamar la lluvia.
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